
La imagen actual de María
Santísima de la Victoria fue realizada en 1968 por el escultor sevillano, Luis
Álvarez Duarte. Para esta talla, se dio vía libre al escultor, pero no se duda
que D. Francisco Monís Cano, pusiera también su impronta artística en la
ejecución de la misma, al menos aconsejando estilos, medidas, expresiones...
El resultado fue una bella
imagen, distinta por completo de las anteriores que indiscutiblemente marca una
nueva etapa en la Hermandad.
Esta imagen de María se
concibió, en su representación cronológica, entre la adolescencia y la
edad adulta. De facciones aniñadas, pero de gran entereza, concretamente
172 cts. desde la base del candelero hasta la cabeza, está ligeramente
inclinada hacia delante, ladeando la cabeza hacia la derecha. La imagen
tiene la cabeza, torso y manos realizados en madera de cedro, no así
los brazos y rótulas, que son de madera de pino de flandes.
La cabeza está tallada con una perfección asombrosa.
Todo es perfecto, los ojos grandes y negros en cristal veneciano,
ribeteados de grandes pestañas en pelo de marta, dan naturalidad a la
cara conformando una mirada profunda y penetrante en el alma del
creyente.
Las cejas arqueadas, párpados hinchados, nariz larga y fina, con labios
carnosos perfilando una boca medianamente entreabierta donde pueden
apreciarse los dientes superiores.
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